Un bloqueo existencial puede sentirse como si estuvieras atrapado en una habitación sin puertas ni ventanas. Sabes que quieres salir, pero no encuentras por dónde empezar. La buena noticia es que siempre hay un camino de salida, y aunque no se dé de golpe, sí se puede construir paso a paso.
Aquí te comparto 4 pasos prácticos que pueden ayudarte a superar un bloqueo y recuperar tu rumbo:
1. Ponle nombre a lo que sientes
El primer paso para liberar un bloqueo es reconocerlo. Pregúntate: ¿qué estoy sintiendo exactamente? ¿Es miedo, apatía, tristeza, vacío, confusión? Poner en palabras tu experiencia ayuda a que deje de ser una nebulosa y empiece a tomar forma.
Si quieres ponerlo en práctica, escribe en un cuaderno cómo te sientes sin filtros durante 10 minutos al día.
2. Identifica qué parte de tu vida se ha quedado atascada
Un bloqueo rara vez lo abarca todo. Puede que esté en tu trabajo, en tu vida personal o en una decisión concreta. Localizar dónde está el nudo te permitirá enfocarte en la parte que realmente necesita atención.
Si quieres ponerlo en práctica, haz una lista de las áreas de tu vida (trabajo, familia, relaciones, salud, ocio) y puntúa del 1 al 10 cómo te sientes en cada una.
3. Conecta con tus recursos internos
Aunque ahora te sientas apagado, ya has superado momentos difíciles antes. Recuerda qué fortalezas te ayudaron entonces: tu capacidad de perseverar, tu creatividad, tu red de apoyo. Eso mismo puede ayudarte ahora.
Si quieres ponerlo en práctica, escribe tres situaciones pasadas en las que saliste adelante y qué cualidades tuyas hicieron posible que lo lograras.
4. Da un primer paso, aunque sea pequeño
La salida de un bloqueo no es un gran salto, es un movimiento pequeño que abre la puerta. Lo importante no es la magnitud del paso, sino que te devuelva la sensación de avance.
Si quieres ponerlo en práctica, comprométete con una acción sencilla (hablar con alguien, apuntarte a un curso, cambiar un hábito) y hazla en los próximos 7 días.
No estás solo en este camino
Superar un bloqueo existencial no significa hacerlo todo por tu cuenta. Pedir ayuda es también un acto de fortaleza. El coaching puede ser ese acompañamiento que te ayude a poner claridad, recuperar confianza y encontrar la energía para seguir avanzando.
Porque retomar el rumbo de tu vida es posible, y empieza con un paso.